Tras repartir las historias teníamos que realizar una obra de teatro donde se viera la situación, y así, hacer la clase mas divertida. Una vez representada la situación teníamos que decir qué solución habíamos pensado para terminar con el problema planteado.
Fue una clase muy divertida, donde nos reímos mucho y a la vez aprendimos, ya que las historias planteadas deberían ser "reales", es decir, que podrían pasar fácilmente en un colegio. En esta clase y con este juego aprendí las posibles soluciones que podríamos darle a este tipo de problemas y también a escuchar las opiniones de los demás compañeros y a debatir cual solución era la más apropiada
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